Lo ocurrido el sábado 27 de agosto, en el Complejo Las Rosas de Coquimbo, pareció escrito por un libretista de Hollywood. Todo partió mal, de pesadilla, pero terminó con final feliz.
Esto es, porque a los 3 minutos Coquimbo no pasaba la mitad de la cancha y encajaba un gol olímpico para quedar 1 a 0 abajo en el marcador. Mas de alguno vio los fantasmas de la semifinal del año pasado, donde el equipo pirata quedo en las puertas del ascenso.
De a poco las jugadoras aurinegras empezaron a asentarse en la cancha y cuando corría el minuto 27, la distinta, Natsumy Millones, captura un centro bombeado, y ante la mala salida de la arquera sureña marca el empate 1 a 1 de cabeza, resultado con el que se fueron al descanso.
En el segundo tiempo se mantenía un trámite parejo, hasta el minuto 61, en que un despeje desde el campo pirata lo captura, otra vez, Natsumy, y de zurda, desde fuera del área le clava un golazo a Temuco, era el 2 a 1, y se concretaba la remontada, además, era un gol que valía un ascenso.
Y para no dejar dudas, en el minuto 94 Steffy Arqueros define con tiro cruzado un pase profundo de Karina Gálvez, desatando la celebración y el desahogo, se lograba un ascenso que fue esquivo hace un año, y hoy se concretaba.
Premio a un plantel que trabajó con una sola convicción, a un cuerpo técnico que planificó cada partido, y una institución que apoyó en todo momento. Y detrás de todos ellos, cada familia que les dio toda su fuerza.
Las muchachas piratas son de primera, y solo falta la guinda de la torta. Ahora se viene la final, y con el ascenso en el bolsillo, porque no soñar con la copa de campeonas.
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